La buena amistad entre los educadores Simón Velásquez y Argemiro Ayala Barrera, que con gran decisión, entendimiento, voluntad y grandes sacrificios no solo económicos sino materiales. Fue así como se dio comienzo a la más dura tarea; la situación que solamente tiene por fin servir, educar y formar.
Nos propusimos buscar un terreno para la construcción el cual logramos desde ese mismo momento ubicar en la esquina de éste; surgio entonces el nombre de” JUVENTUDES UNIDAS” dado que la ubicación se presta para agrupar toda la juventud de diversos barrios.
Habiendo analizado detenidamente el sector y viendo sus necesidades pensamos que con un poco de esfuerzo podiamos contribuir a la educación de tantos niños y jovenes, nos tomamos la tarea de pregonar a la extensa comunidad de barrios la fundación de un gran colegio, haciendo ver que Colombia se esta desarrollando y que esta transformación y evolución empieza en el individuo que nosotros tenemos necesidad de mejorar nuestro modo de vivir, pensar y en fin nuestro medio que el desarrollo, adelanto y el progreso de esta cultura.
El hombre mejora su futuro, su nivel de vida y el de los suyos si se instruye, por lo tanto un colegio más es un nuevo camino, un horizonte abierto hacia la cultura de un barrio y de la patria entera.
En dos salones construidos en obra negra, con techo de eternit y pisos de cemento, empesaron a laborar el primer lunes de febrero de 1969 con un total de de 150 alumnos en los cursos 1º, 2º y 3º de primaria. En el año 1981 se fundó el bachillerato comercial. El establecimiento cuenta con la aprobación oficial otorgada por Ministerio de Educación Nacional en la sección Primaria y Bachillerato Comercial.
Hemos progresado gracias a la orientación de la Secretaría de Educación Municipal, el apoyo de la ciudadanía cucuteña, de los estudiantes, padres de familia, empleados administrativos, profesores y directivos.
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